“BECA DE FORMACIÓN EN DISPOSITIVOS DE ESTIMULACIÓN CARDIACA Y DESFIBRILADORES IMPLANTABLES

RESUMEN DEL PROYECTO:

El objetivo principal de este proyecto es alcanzar una formación específica en estimulación Cardiaca Crónica con marcapasos y en Desfibriladores implantados, implante, seguimiento presencial y seguimiento remoto de los dispositivos.

Bajo la dirección y supervisión del Director del Programa, el Dr. Luis Mainar Latorre, del Dr. Diego Plaza López y del Dr. Pau Alonso Fernández, el becario desarrollará actividades de estudio:

1. Seguimiento Remoto de Marcapasos y desfibriladores:

1.1.Inclusión diaria de pacientes prospectivos y retrospectivos en el protocolo de seguimiento remoto

1.2.Revisión diaria de las alertas transmitidas

1.3.Comunicación de las alertas al Dr. Alonso, para que sean evaluadas y se tome la decisión clínica pertinente

1.4.Control del calendario de transmisiones remotas de los pacientes

1.5.Contacto telefónico con los pacientes siempre que se estime necesario y/o citación para visita presencial

1.6.Remisión de informes a pacientes

1.7. Resolución de problemas técnicos en relación con el seguimiento remoto

ANTECEDENTES Y ESTADO ACTUAL DEL TEMA:

En pacientes con marcapasos y tras la primera visita presencial que se recomienda entre las 2 y las 12 semanas postimplante1, las necesidades de reprogramación son muy poco frecuentes2. Es por ello que el seguimiento remoto puede sustituir a las visitas presenciales en muchos casos, reduciendo así el número de las mismas y los costes. El sistema de monitorización remota de dispositivos es bien aceptado por los pacientes aun cuando para el seguimiento remoto de marcapasos requiera la interrogación manual, bien de forma programada o ante la aparición de síntomas. La detección de eventos es más precoz con seguimientos remotos cada 3 meses que con los seguimientos presenciales cada 6 meses aunque se apoyen con monitorización trans telefónica cada 2 meses3. Recientemente un grupo español ha reportado su experiencia con el seguimiento remoto como sustitutivo  seguimiento remoto no ha sustituido aún de forma global a los controles presenciales, aunque si ha permitido alargar el tiempo entre los mismos, a medida que se va implantando.

El grupo de trabajo de seguimiento domiciliario de la Sección de Estimulación Cardiaca de la Sociedad Española de Cardiología, establece 3 tipos diferentes de consulta de seguimiento remoto5. La tipo I sería aquélla en la que el seguimiento remoto refuerza las visitas presenciales, aumentando la carga asistencial y la seguridad del paciente en caso de pacientes inestables o sistemas con alertas o cercanos a su fin de vida. La consulta tipo II es la que el seguimiento remoto alterna con los seguimientos presenciales que pueden ser más espaciados, es aplicable a pacientes estables y su repercusión sobre la carga asistencial es variable. La consulta tipo III consiste en sustituir todas las visitas presenciales, a excepción de la primera en la que se ha de programar el dispositivo, por seguimientos remotos hasta el fin de vida del dispositivo o hasta que se detecten problemas que deban ser resueltos mediante seguimiento presencial. Este tipo de consulta es aplicable a la mayoría de pacientes con marcapasos en ausencia de cardiopatía estructural y conlleva marcada reducción de la carga asistencial ya que el tiempo empleado en un seguimiento remoto es claramente inferior al de un seguimiento presencial. Por otra parte también puede reducir costes, al evitar desplazamientos y pérdidas de horas laborales del paciente y acompañante.

Aunque las recomendaciones actuales1 indican al menos una visita presencial anual, es muy probable que en un futuro no muy lejano, el seguimiento remoto gane terreno y tanto los marcapasos como los desfibriladores sean controlados de esta manera, reservando las visitas presenciales exclusivamente para aquellos casos en que sea necesaria la exploración física del paciente o la reprogramación del dispositivo. En un registro europeo publicado recientemente6 el 43% de los participantes opina que la totalidad de los DAIs serán controlados de forma remota en 2015, frente a sólo el 14% de los mismos para la totalidad de los marcapasos. No obstante el 43% de los encuestados considera que la mayoría de los marcapasos serán controlados de forma remota dentro de 5 años. El seguimiento remoto de pacientes con marcapasos, aunque pudiera parecer de menor trascendencia que el de los pacientes con desfibrilador, puede alcanzar gran relevancia en cuanto a reducción de carga asistencial y costes sanitarios, así como mejora de la calidad de vida, si tenemos en cuenta la amplia población que incluiría y la edad media, que hace en muchas ocasiones difícil y muy costoso el desplazamiento al hospital, debiendo ser además acompañados por un familiar, muchas veces en edad laboral.

Documentos adjuntos